El autor onubense inició la lectura con palabras que recordaron la figura de Cervantes, desde el conocimiento y una exposición original en torno a las investigaciones sobre los escasos datos confirmados del autor homenajeado estos días. Atrajo a nuestros bachilleres al juego de perspectivas e ironía para que todos, por uno u otro motivo, encuentren en la lectura lo que buscan. Recordando las palabras de Cervantes que " el melancólico se mueva a risa, el risueño la acreciente, el simple no se enfade, el discreto se admire de la invención, el grave no la desprecie, ni el prudente deje de alabarla"
Francisco Silvera, en una actividad de biblioteca en colaboración con la Ampa del centro" educar para la vida", abrió esta mañana el perímetro de la educación literaria más allá de los programas de clase.En su lectura atendió al contexto vital de los alumnos con un acercamiento interesante entre sus narraciones y los lectores adolescentes. Relatos con motivos sencillos y apuntes poéticos, con frecuencia centrados sobre las vivencias en la infancia que nos han dejado el retrato verosímil de lo que no hemos vivido mas que con la lectura. Los materiales para que el lector construya el mundo de ficción de cada historia, estampa o diálogo literario con finales inesperados y de palabras precisas.
El autor onubense inició la lectura con palabras que recordaron la figura de Cervantes, desde el conocimiento y una exposición original en torno a las investigaciones sobre los escasos datos confirmados del autor homenajeado estos días. Atrajo a nuestros bachilleres al juego de perspectivas e ironía para que todos, por uno u otro motivo, encuentren en la lectura lo que buscan. Recordando las palabras de Cervantes que " el melancólico se mueva a risa, el risueño la acreciente, el simple no se enfade, el discreto se admire de la invención, el grave no la desprecie, ni el prudente deje de alabarla" 
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