ORGANIZACIÓN DE LA FERIA DEL LIBRO
Responsables:
De la organización: los jefes de departamentos de Lectura, escritura y biblioteca y de actividades extraescolares, así como la vicedirectora del
centro.
Cada hora: el profesorado encargado de la biblioteca y
profesorado que acompaña a los grupos
según horarios adjuntos.
Fecha
Del 20 al 22
de noviembre.
Horario:
20 de
noviembre, martes, de 9.15 a 13.45 horas y de 17 a 19 horas.
21 de
noviembre, miércoles, de 8.15 a 14.45 horas.
22 de noviembre,
jueves, de 8.15 a 14.45 horas
Librería:
Escolar.
Aportaciones
Librería: 15% de descuento sobre el precio del libro.
AMPA: 3 euros por familia asociada.
Visitas del alumnado:
El alumnado podrá
visitar voluntariamente la feria todos los recreos y el martes 20 de 17 a 19 horas.
Además realizará una
visita, según el horario adjunto, con su grupo de clase. En esta visita un
alumno/a del grupo leerá en voz alta un texto motivador acerca de la lectura,
la literatura, los libros, las bibliotecas…
El profesorado que tenga clase con
cada grupo lo acompañará en todo momento y cuidará de que las visitas se
realicen de manera ordenada y que ocasionen la menor molestia posible al resto
de grupos.
La tarde del martes 20 se dedicará especialmente a la visita
de las familias y el resto de la comunidad educativa.
Para las familias
Elogio de la
lectura
Me sería muy fácil hacer un apasionado
elogio de la lectura. Contar y cantar sus maravillas. Caí bajo su hechizo cuando
era adolescente, y aún continúo gozosamente sometido a su influjo. Pero no voy
a hacer una alocución para los convencidos. No voy a animar a la lectura a los
que ya son lectores. No me dirijo a alumnos, ni a padres, ni a docentes, sino a
los ciudadanos.. Hoy me gustaría convocarles a una gran movilización en
favor de la lectura. Y hacerlo seriamente, dramáticamente incluso, porque leer
no es un lujo ni una satisfacción privada. Es ante todo, una necesidad social,
de la que va depender la calidad de nuestra vida y de nuestra convivencia. Ya
sé que vivimos en tiempos de nuevas tecnologías, que ponen al mundo entero al
alcance de un click. Pero esas maravillosas posibilidades resultarán inútiles
si no sabemos aprovecharlas. Un burro conectado a internet sigue siendo un
burro y, por ello, lo que necesitamos es que delante de las pantallas de los
ordenadores haya gente ilustrada, culta, lectora, capaz de internarse
animosamente por los espléndidos caminos del lenguaje, da lo mismo que sea a
través de las líneas electrónicas o de las líneas de un libro.
La lectura nos permite acceder a la cultura, que no es otra cosa que la experiencia de la humanidad, sin la cual caeríamos en un primitivismo zafio. Pero, además, es la gran herramienta para mejorar nuestra relación con el lenguaje. Y este es un asunto de gran envergadura, porque nuestra inteligencia es lingüística. Pensamos con palabras, nos entendemos con palabras, hacemos proyectos con palabras. No solo hablamos con los demás, sino que continuamente hablamos con nosotros mismos, nos explicamos nuestra vida, comentamos lo que nos pasa, gestionamos nuestra memoria haciéndonos preguntas. Mantenemos un permanente diálogo con nosotros mismos, hostil o amistoso, y sería bueno que no fuera destructivo ni deprimente, sino que nos diera fuerza y claridad. Todavía hay más: También nuestra convivencia es lingüística. Vivimos entre palabras, nos entendemos o mal entendemos gracias a ella. Necesitamos saber expresar nuestros sentimientos, defender nuestros puntos de vista, comprender a los demás. Cuando el lenguaje falla, la violencia aparece. Y no hay mejor medio que la lectura para adquirir esos mecanismos lingüísticos que son imprescindibles para una vida verdaderamente humana.
Por último, la calidad de la democracia también depende de la lectura. Lo primero que hacen los dictadores es censurarla, prohibirla o, al menos, disuadir de ella, porque saben muy bien que la lectura es el gran enemigo de la tiranía. Cuando no se sabe comprender un argumento, o se siente la pereza de buscar información, o se vive pegado al televisor, se acaba sometido a la sugestión del grito, la consigna, el clip publicitario, el convencimiento fácil, el insulto. Y todo esto es la antesala de la sumisión.
Por eso mi llamada a los ciudadanos.., no quiere limitarse a recordar que leer es un placer que estimulará la fantasía, que les permitirá hacer navegable su alma, sino que aspira a hacerle reflexionar sobre la trascendencia social de la lectura. Necesitamos una democracia de lectores, necesitamos mayorías ilustradas, necesitamos recuperar la sabiduría de vivir, el sentido de la historia, la comprensión de nosotros mismos y de nuestros sentimientos, cosas que sólo los libros nos proporcionan. Las imágenes son emocionantes, conmovedoras, pero mudas. Sólo las palabras, el discurso, permite captar su sentido, serenar la pasión mediante la idea, encontrar un acuerdo que no sea una rendición, iluminar el mundo y su memoria.
La lectura es la vanguardia de la libertad. Por eso le dedico este elogio apasionado.
José Antonio Marina
La lectura nos permite acceder a la cultura, que no es otra cosa que la experiencia de la humanidad, sin la cual caeríamos en un primitivismo zafio. Pero, además, es la gran herramienta para mejorar nuestra relación con el lenguaje. Y este es un asunto de gran envergadura, porque nuestra inteligencia es lingüística. Pensamos con palabras, nos entendemos con palabras, hacemos proyectos con palabras. No solo hablamos con los demás, sino que continuamente hablamos con nosotros mismos, nos explicamos nuestra vida, comentamos lo que nos pasa, gestionamos nuestra memoria haciéndonos preguntas. Mantenemos un permanente diálogo con nosotros mismos, hostil o amistoso, y sería bueno que no fuera destructivo ni deprimente, sino que nos diera fuerza y claridad. Todavía hay más: También nuestra convivencia es lingüística. Vivimos entre palabras, nos entendemos o mal entendemos gracias a ella. Necesitamos saber expresar nuestros sentimientos, defender nuestros puntos de vista, comprender a los demás. Cuando el lenguaje falla, la violencia aparece. Y no hay mejor medio que la lectura para adquirir esos mecanismos lingüísticos que son imprescindibles para una vida verdaderamente humana.
Por último, la calidad de la democracia también depende de la lectura. Lo primero que hacen los dictadores es censurarla, prohibirla o, al menos, disuadir de ella, porque saben muy bien que la lectura es el gran enemigo de la tiranía. Cuando no se sabe comprender un argumento, o se siente la pereza de buscar información, o se vive pegado al televisor, se acaba sometido a la sugestión del grito, la consigna, el clip publicitario, el convencimiento fácil, el insulto. Y todo esto es la antesala de la sumisión.
Por eso mi llamada a los ciudadanos.., no quiere limitarse a recordar que leer es un placer que estimulará la fantasía, que les permitirá hacer navegable su alma, sino que aspira a hacerle reflexionar sobre la trascendencia social de la lectura. Necesitamos una democracia de lectores, necesitamos mayorías ilustradas, necesitamos recuperar la sabiduría de vivir, el sentido de la historia, la comprensión de nosotros mismos y de nuestros sentimientos, cosas que sólo los libros nos proporcionan. Las imágenes son emocionantes, conmovedoras, pero mudas. Sólo las palabras, el discurso, permite captar su sentido, serenar la pasión mediante la idea, encontrar un acuerdo que no sea una rendición, iluminar el mundo y su memoria.
La lectura es la vanguardia de la libertad. Por eso le dedico este elogio apasionado.
José Antonio Marina
Estrategias para desarrollar el hábito lector
Los buenos lectores saben cómo:
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Aptitud / Estrategias
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1. Predecir lo que es probable que suceda a
continuación.
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Aptitud: predicción.
¿Qué sucederá a continuación? |
2. Descifrar palabras desconocidas.
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Aptitud: enriquecer el vocabulario.
Aprender a descifrar su significado usando claves del contexto. |
3. Reconocer diferentes tipos de material de
lectura.
|
Aptitud: identificar materiales de lectura
Tipos textuales diferentes. Ficción y no ficción. La capacidad para hacer distinciones le será útil cuando se le pida realizar una investigación y hacer juicios críticos. |
4. Relatar con sus propias palabras lo que han
leído.
|
Aptitud: parafrasear.
Cuéntamelo con tus propias palabras: paráfrasis. Cuando un joven lector puede repetir, con sus propias palabras lo que ha leído, adquiere varias destrezas: refuerza su memoria, clarifica lo que entiende y señala lo que no entiende. |
5. Identificar diferentes puntos de vista.
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Aptitud: darse cuenta del punto de vista.
Hay que hacer ver a los niños que puede haber más de una forma de ver las cosas. Lecturas de biografías, autobiografías. |
6. Leer entre líneas.
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Aptitud: hacer inferencias.
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7. Comprender la idea principal.
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Aptitud: identificar la idea principal.
No es parafrasear, es detectar lo más importante que un escritor está diciendo. |
8. Usar la imaginación.
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Aptitud: poner en práctica el pensamiento creativo.
¿Qué pasaría si…? |
9. Crear sus propias historias.
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Aptitud: escribir/contar historias.
Lectura y escritura van de la mano. Crear material escrito (diarios, listados… |
10. Distinguir los libros que les gustan de los que
no.
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Aptitud: ser crítico.
¿Te gustó el libro? Comparar y contrastar con libros similares que han leído y deciden si es interesante o tedioso. |
Correo electrónico de
la biblioteca: biblioaringis@gmail.com
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