ORGANIZACIÓN DE LA FERIA DEL LIBRO (curso 2014/15)
Responsables:
De la organización: los jefes de departamentos de Lectura,
escritura y biblioteca y de actividades
extraescolares, así como la vicedirectora del centro.
Cada hora: el profesorado encargado de la biblioteca y
profesorado que acompaña a los grupos
según horarios adjuntos.
Del 18 y 19 de
noviembre.
Horario:
De 8.15 a 14.
45 horas.
Martes 19,
también de 17 a 19 horas.
Librería:
Escolar.
Aportaciones
Librería: 15% de descuento sobre el precio del libro.
AMPA: vales
de 3 euros para los hijos de los asociados.
Visitas
del alumnado:
El alumnado podrá visitar voluntariamente la feria todos los
recreos y el martes 19 de 17 a 19 horas.
Además realizará una visita con su grupo de clase. En esta
visita un alumno/a del grupo leerá en voz alta un texto motivador acerca de la
lectura, la literatura, los libros, las bibliotecas… El profesorado que tenga
clase con cada grupo lo acompañará en todo momento y cuidará de que las visitas
se realicen de manera ordenada y que ocasionen la menor molestia posible al
resto de grupos.
Será el profesorado de lengua el responsable de seleccionar y
encargar la lectura en cada uno de sus grupos.
La tarde del martes 18 se dedicará especialmente a la visita
de las familias y el resto de la comunidad educativa.
Me sería muy fácil hacer un apasionado
elogio de la lectura. Contar y cantar sus maravillas. Caí bajo su hechizo
cuando era adolescente, y aún continúo gozosamente sometido a su influjo. Pero
no voy a hacer una alocución para los convencidos. No voy a animar a la lectura
a los que ya son lectores. No me dirijo a alumnos, ni a padres, ni a docentes,
sino a los ciudadanos.. Hoy me gustaría convocarles a una gran
movilización en favor de la lectura. Y hacerlo seriamente, dramáticamente
incluso, porque leer no es un lujo ni una satisfacción privada. Es ante todo,
una necesidad social, de la que va depender la calidad de nuestra vida y de
nuestra convivencia. Ya sé que vivimos en tiempos de nuevas tecnologías, que
ponen al mundo entero al alcance de un click. Pero esas maravillosas
posibilidades resultarán inútiles si no sabemos aprovecharlas. Un burro
conectado a internet sigue siendo un burro y, por ello, lo que necesitamos es
que delante de las pantallas de los ordenadores haya gente ilustrada, culta,
lectora, capaz de internarse animosamente por los espléndidos caminos del
lenguaje, da lo mismo que sea a través de las líneas electrónicas o de las
líneas de un libro.
La lectura nos permite acceder a la cultura, que no es otra cosa que la experiencia de la humanidad, sin la cual caeríamos en un primitivismo zafio. Pero, además, es la gran herramienta para mejorar nuestra relación con el lenguaje. Y este es un asunto de gran envergadura, porque nuestra inteligencia es lingüística. Pensamos con palabras, nos entendemos con palabras, hacemos proyectos con palabras. No solo hablamos con los demás, sino que continuamente hablamos con nosotros mismos, nos explicamos nuestra vida, comentamos lo que nos pasa, gestionamos nuestra memoria haciéndonos preguntas. Mantenemos un permanente diálogo con nosotros mismos, hostil o amistoso, y sería bueno que no fuera destructivo ni deprimente, sino que nos diera fuerza y claridad. Todavía hay más: También nuestra convivencia es lingüística. Vivimos entre palabras, nos entendemos o mal entendemos gracias a ella. Necesitamos saber expresar nuestros sentimientos, defender nuestros puntos de vista, comprender a los demás. Cuando el lenguaje falla, la violencia aparece. Y no hay mejor medio que la lectura para adquirir esos mecanismos lingüísticos que son imprescindibles para una vida verdaderamente humana.
Por último, la calidad de la democracia también depende de la lectura. Lo primero que hacen los dictadores es censurarla, prohibirla o, al menos, disuadir de ella, porque saben muy bien que la lectura es el gran enemigo de la tiranía. Cuando no se sabe comprender un argumento, o se siente la pereza de buscar información, o se vive pegado al televisor, se acaba sometido a la sugestión del grito, la consigna, el clip publicitario, el convencimiento fácil, el insulto. Y todo esto es la antesala de la sumisión.
Por eso mi llamada a los ciudadanos.., no quiere limitarse a recordar que leer es un placer que estimulará la fantasía, que les permitirá hacer navegable su alma, sino que aspira a hacerle reflexionar sobre la trascendencia social de la lectura. Necesitamos una democracia de lectores, necesitamos mayorías ilustradas, necesitamos recuperar la sabiduría de vivir, el sentido de la historia, la comprensión de nosotros mismos y de nuestros sentimientos, cosas que sólo los libros nos proporcionan. Las imágenes son emocionantes, conmovedoras, pero mudas. Sólo las palabras, el discurso, permite captar su sentido, serenar la pasión mediante la idea, encontrar un acuerdo que no sea una rendición, iluminar el mundo y su memoria.
La lectura es la vanguardia de la libertad.
Por eso le dedico este elogio apasionado.
José Antonio Marina
La lectura nos permite acceder a la cultura, que no es otra cosa que la experiencia de la humanidad, sin la cual caeríamos en un primitivismo zafio. Pero, además, es la gran herramienta para mejorar nuestra relación con el lenguaje. Y este es un asunto de gran envergadura, porque nuestra inteligencia es lingüística. Pensamos con palabras, nos entendemos con palabras, hacemos proyectos con palabras. No solo hablamos con los demás, sino que continuamente hablamos con nosotros mismos, nos explicamos nuestra vida, comentamos lo que nos pasa, gestionamos nuestra memoria haciéndonos preguntas. Mantenemos un permanente diálogo con nosotros mismos, hostil o amistoso, y sería bueno que no fuera destructivo ni deprimente, sino que nos diera fuerza y claridad. Todavía hay más: También nuestra convivencia es lingüística. Vivimos entre palabras, nos entendemos o mal entendemos gracias a ella. Necesitamos saber expresar nuestros sentimientos, defender nuestros puntos de vista, comprender a los demás. Cuando el lenguaje falla, la violencia aparece. Y no hay mejor medio que la lectura para adquirir esos mecanismos lingüísticos que son imprescindibles para una vida verdaderamente humana.
Por último, la calidad de la democracia también depende de la lectura. Lo primero que hacen los dictadores es censurarla, prohibirla o, al menos, disuadir de ella, porque saben muy bien que la lectura es el gran enemigo de la tiranía. Cuando no se sabe comprender un argumento, o se siente la pereza de buscar información, o se vive pegado al televisor, se acaba sometido a la sugestión del grito, la consigna, el clip publicitario, el convencimiento fácil, el insulto. Y todo esto es la antesala de la sumisión.
Por eso mi llamada a los ciudadanos.., no quiere limitarse a recordar que leer es un placer que estimulará la fantasía, que les permitirá hacer navegable su alma, sino que aspira a hacerle reflexionar sobre la trascendencia social de la lectura. Necesitamos una democracia de lectores, necesitamos mayorías ilustradas, necesitamos recuperar la sabiduría de vivir, el sentido de la historia, la comprensión de nosotros mismos y de nuestros sentimientos, cosas que sólo los libros nos proporcionan. Las imágenes son emocionantes, conmovedoras, pero mudas. Sólo las palabras, el discurso, permite captar su sentido, serenar la pasión mediante la idea, encontrar un acuerdo que no sea una rendición, iluminar el mundo y su memoria.
La lectura es la vanguardia de la libertad.
Por eso le dedico este elogio apasionado.
José Antonio Marina
Estrategias
para desarrollar el hábito lector
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