Reproducimos a continuación la crónica del viaje realizada por una alumna de 3º D
VIAJE A ALMAGRO
El pasado día 18 de abril, los alumnos de 3ºD y 3ºB
realizamos una excursión a un pueblo manchego.
El viaje comenzó a las ocho de la mañana cuando los alumnos
junto a los profesores subimos al autobús dirección Almagro (Ciudad Real). Tras
una parada, y casi tres horas de viaje, llegamos al pueblo; algo pequeño pero
precioso. Lo primero que vimos fue una increíble y enorme plaza en la que
paramos unos minutos antes de dirigirnos al Museo Nacional del Teatro, que es
una institución dedicada a la promoción y al cuidado del teatro español. El
museo está dividido en tres plantas, la planta baja, que estaba dedicada a la época que va desde
el teatro greco-romano hasta el teatro en los siglos de oro; la entreplanta
estaba dedicada al teatro en los siglos XVII y XIX; la planta superior en la
que había una gran variedad de estilos, como la ópera, la zarzuela, etc.,
además de todas las vestimentas que usaban en aquellas épocas, que además fue
una de las cosas que más me impresionó del museo. Y por último había un patio
central con los artilugios que se usaban para crear los efectos especiales en
el teatro clásico. Esto, sin duda, fue lo que más me gustó de este museo, ya que
era lo más entretenido puesto que podías tocarlos y ver como funcionaban. Entre
estos encontramos: uno que servía para hacer el sonido del mar, otro que realizaba
movimientos escénicos, otro que se usaba para crear el ruido del viento, uno
mediante el cual podíamos crear una tormenta, y como estos algunos más. Otra
cosa que hicimos en este museo fue echarnos fotos de grupo en los distintos
instrumentos de la tramoya teatral. Nos lo pasamos muy bien allí.
Una vez terminada la visita en el museo, nos dirigimos hacia
el Corral de Comedias, situado en la Plaza Mayor (citada anteriormente). Este
mantiene la estructura original de los Corrales de Comedias del s. XVII,
probablemente porque durante siglos se continuó con el uso de mesón hasta su descubrimiento
en los años 50. Hoy día es el único ejemplo conservado en el mundo de
los correspondientes a esta tipología de teatro, que se dieron en la España del
XVII.
Al entrar al corral de Comedias lo primero que se puede ver
es un pequeño zaguán que da entrada al patio, este solo podía ser ocupado por
gente llana, de una clase social baja. Los dos laterales eran ocupados por
comerciantes, militares, funcionarios, gente de un nivel social más alto que el
resto del patio.
Los aposentos privados estaban situados en los laterales del
escenario y se alquilaban solo a familias nobles, por un determinado periodo de
tiempo.
La cazuela era el lugar desde dónde veían la representación
las mujeres, estaba situado enfrente del escenario, en la primera planta. El corredor situado encima lo ocupaban las instituciones, tanto civiles
como eclesiásticas. Y los corredores laterales se dividían en estancias que se
alquilaban a familias.
El escenario está situado en la parte opuesta de la entrada y
no es muy grande. Detrás se encuentran los camerinos, dónde los actores se
cambian. En la pared del fondo hay un corredor de tres balcones que da al
escenario.
Un dato curioso es que no hay aseo, por lo que las
condiciones higiénicas no eran muy buenas.
El Corral de Comedias es más pequeño de lo que me imaginaba,
las escaleras eran estrechas y tenían un techo bastante bajo pero, a pesar de
todo, me gustó mucho.
Allí vimos dos representaciones, dos entremeses de Miguel de
Cervantes con un nexo de unión: El engaño. En el primer entremés, ‘‘El Vizcaíno
Fingido’’, el engaño lo hacen unos amigos a una cortesana llamada Cristina
mediante una broma ya que ésta tiene fama de no dejarse engañar fácilmente. Y en el
segundo entremés ‘‘La Cueva de Salamanca’’, el engaño lo hace un estudiante
para salvar a las dos mujeres que le habían dado albergue y a sus amantes tras
la llegada sorpresa del marido de la señora. Pero las dos obras, a pesar de las confusiones en esta comedia de enredo, tienen un final feliz.
Fueron dos entremeses con los que nos pudimos reír muchísimo.
Estuvieron muy bien representados, los actores lo hicieron muy bien y además
había otras escenas que en su tiempo no podían ser representadas, pero que ahora
son con las que más nos reímos. El entremés que más me mantuvo la atención fue el de ‘‘La
Cueva de Salamanca’’ ya que con él me divertí mucho más, además el actor que
representaba al estudiante lo hizo muy bien y disfrutamos con su papel sobre la
escena. Una de las que más me gustó fue cuando el estudiante le
explicaba al marido como podía realizar magia y hacer que aparecieran demonios
(que en realidad eran los amantes que estaban escondidos).
Al terminar de ver los entremeses, tuvimos dos horas libres para comer en la Plaza
Mayor, una plaza que como ya he mencionado era increíble. Este momento del día
fue mi favorito ya que pasamos ese tiempo todos juntos disfrutando de esa
magnífica plaza rodeada de edificios con unas grandes ventanas verdes y de la
compañía de nuestros amigos y compañeros. Lo peor fue que las sombras eran
escasas, y el sol brillaba con fuerza por lo que pasamos mucho calor, aunque eso
no hizo que ese día dejara de ser un día fantástico en el que todos disfrutamos
tanto como niños de cinco años jugando en el parque.
Tras la pausa para comer, volvimos al autobús y fuimos a Viso
del Marqués, un pueblo en el que nos encontramos sorprendentemente con un palacio renacentista. Este palacio fue
mandado construir por Don Álvaro de Bauzan, primer Marqués de Santa Cruz, en el
año 1567. La tradición habla de las razones por las que un marino mandó
edificar un palacio en ese lugar, haciendo referencia a que se trataba de un
punto estratégico equidistante de los puertos apostaderos de sus flotas de
Galeras. Se trata de un magnífico palacio con una gran extensión de pinturas al
fresco muy bien conservadas a pesar del paso del tiempo. En esas pinturas se
encuentra representada la mitología clásica en especial. Uno de los mitos que
más me llamó recuerdo fue el que explicaba porque existía el otoño y el invierno.
Este mito decía que Hades, dios del inframundo, rapta a Perfésone. Zeus le
ordena que la devuelva a Deméter, diosa de la tierra y su madre. Sin embargo
Perfésone come engañada por Hades unas semillas de granada, comida del
inframundo que la obligaba a quedarse allí para siempre. Deméter sin su hija no
tiene felicidad por lo tanto no cuida la tierra. Zeus viendo que la tierra
quedaba desolada llega a un acuerdo para que Perfésone pase seis meses con su
madre y seis meses con Hades. Durante el tiempo que está con Hades, Deméter se
entristece y provoca el otoño y el invierno. Otro de los mitos que podíamos
encontrar y que también me gustó fue el que explicaba la existencia de la osa
mayor y menor. Este mito cuenta que Zeus sedujo a una de las ninfas de su
esposa, dejándola embarazada; al enterarse su mujer, como castigo, transformó a
la ninfa en un oso para que le pudieran dar caza. Años más tarde, un cazador
se disponía a cazarla, en ese momento apareció Zeus y le advirtió de que ese
oso era su madre y le contó la historia. Zeus decidió convertir a su
hijo en oso también y ponerlos en el cielo para que nunca más volvieran a
correr peligro. La madre representa la osa mayor y el hijo la osa menor.
Con el fin de poder conservar este palacio, los herederos del
título lo ofrecieron a la Armada con el objeto de instalar un archivo-museo en
su interior. Este palacio es enorme e increíble, además de que tiene una gran
belleza gracias a sus magníficas pinturas.
Al terminar esta visita, vimos el Museo de Ciencias
Naturales del cual quiero destacar la fantástica colección de 150 mariposas.
Una vez finalizada la última
de las visitas, nos pusimos en marcha de vuelta a Jaén, pero antes
realizamos una última parada en Guarromán para comprar unas palmeras y unos
dulces típicos de allí y, finalmente, llegamos a Jaén al caer la tarde tras
un fantástico viaje llenos de historias de teatro y mitos en un caluroso día de abril.
ÁNGELES SOTO PÉREZ 3ºD
3º DE ESO EN ALMAGRO: TEATRO Y DIVERSIÓN on PhotoPeach
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